UNA HISTORIA BONITA PARA UN OSO DE PELUCHE Y UN ANILLO PRECIOSO
Kalina
Georgieva
Alicia se despertó a las 6:30 h, como todos los días
laborales. Miró a su novio que aún estaba durmiendo. Una hora más tarde se
fueron de casa cada uno a su dirección. Al viajar Alicia pensaba cómo podía él
que olvida su aniversario. Hablaron una vez al mediodía, pero él tampoco mencionó
algo. Como siempre Alicia volvió primera a casa y preparó la cena. A las siete
y algo cenaron mirando la última película de James Bond. Después él se marchó
para trabajar en su ordenador y ella se quedó en el salón para ver más
televisión. Alicia no entendía que exactamente estaba pasando con su novio, el
hombre que solía ser tan cariñoso y amable. Estaba muy preocupada. Sobre las 21:00
h alguien llamó a la puerta. Alicia se acudió sin ganas de ver a cualquiera
persona. Era un correo. Le dio a Alicia un paquete bastante grande para ella
misma. Cerró la puerta y lo abrió enseguida. “¿Es broma o qué?”- pensó ella
cuando vio que dentro hay otro paquete. Abrió el segundo y también encontró un paquete.
“Sí, es broma o cámara escondida”, pensaba mientras seguía abriendo las cajas. Al
final se acabó, en el último cuarto estaba un oso de peluche con un corazón rojo pegado en su pecho. Lo
cogió y apretó el lugar donde había
escrito “pulse”. El oso dijo “Te quiero” con su voz mecánico. Entonces Alicia
notó un sobre pequeñito en el fondo de la caja. Dentro había solo una hoja con la
frase “No estoy olvidado, tu querido”. Aunque era un gesto muy agradable, no
era lo que Alicia había esperado. A pesar de esto se dirigió a la habitación
donde estaba su novio para darle gracias con un beso. Abrió la puerta, pero la
luz estaba apagada. La encendió y se quedó con la boca abierta cuando lo vio en
el centro del cuarto arrodillado sobre su rodilla derecha y sujetando una
cajita abierta con el anillo más
preciso que ella había visto.