21 de diciembre de 2015

BINOMIO FANTÁSTICO (4)

Aquí os dejo dos originales historias resultantes de la técnica "Binomio fantástico".

LOS CALCETINES DEL MANIQUÍ

En una boutique existe un maniquí bonito con ojos claros, la boca pequeña y luciendo cada día unos bonitos calcetines. Cuando Gustavo pasa por la acera y vio por primera vez el maniquí, casi no le prestó atención, sin embargo llevó consigo el brillo de sus ojos suaves y su mirada fija, pero con algo de vida.

Y volvió a pasar al día siguiente y esta vez se detuvo, se fijó en sus calcetines que hacían juego con aquellos ojos claros, del color del café. Pasó por allí durante meses y siempre se paraba a mirar a su bonito maniquí con sus calcetines, que cambiaban todos lo días. Se imaginaba cómo sería que el maniquí cogiera vida, hasta que un día el maniquí bajó del escaparate y le dio un beso :-)
Para que tus sueños se hagan realidad tienes que empezar por creértelos.
CRISTINA (Avanzado 2)

EL PÁJARO Y EL FLOTADOR
Érase una vez un pájaro y un flotador que se encuentran por primera vez cerca de un río.
“¿Cómo te llamas?” - preguntó el pájaro
“Soy un flotador y ¿tú?” - respondió el otro
“Yo soy un pájaro. ¿Tú qué haces aquí? “
“Quiero ir al otro lado del río. ¿Tú también?”-dijo el flotador.
“Sí me gustaría. Pero desafortunadamente tengo un ala rota, y por lo tanto no puedo volar. La verdad es que no sé cómo hacer, necesito llegar al otro lado porque allí están mis amigos y mi familia y  no los veo desde el año pasado” .
“¡Qué pena! Mira podemos hacer una cosa­. Si quieres te ayudo yo, puedo nadar”- ­dijo el flotador- “Solo tendrás que agarrarte a mí”.
El pájaro tenía miedo porque pensó que si hubiera caído en el agua habría muerto. Pero decidió confiar en el flotador y se agarró. Durante el camino, que pareció más largo de lo que era en realidad, el pájaro intentó no moverse y pensar en cosas positivas. Al final los dos juntos llegaron hasta el otro lado del río sin problemas.
“Gracias, has sido un verdadero amigo,  ¿cómo puedo recompensarte? “ -dijo el pájaro emocionado y feliz.
“No hay de qué, ha sido un placer. No quiero nada a cambio. Sin embargo tengo
un deseo desde cuando era pequeño que nunca he podido realizar, o sea me gustaría que me enseñaras a volar'”- contestó el flotador.
“Vale yo te enseño cuando quieras, bueno en cuanto se me curen las heridas del ala”
“Perfecto no te preocupes, he esperado toda la vida, puedo esperar un poco más”­- dijo el flotador.
Y fue así que el pájaro y el flotador se convirtieron en verdaderos amigos y desde aquel día nunca se separaron.
MARTA (Avanzado 2)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a participar